domingo, 4 de enero de 2015

La frustrada

Mi silencio no tiene un precio,
Pero creía que mi palabra si,
Y hablar es mas complicado para mi
Aunque por mis palabras no den un centavo.

Porque no soy testigo de un caso reconocido,
Ni amiga de alguien que le fue infiel a su novi@,
Aunque de algo sirvan mis palabras
Me ha demostrado el mundo que por ahora no valen.

Porque no soy juez ni periodista,
Ni trabajo en una línea caliente,
A esto se reducen mis palabras,
A las de una escritora que mas parece prostituta desempleada.

Y si callar no cuesta,
Pero si no hay valor en lo que hablo,
En lo que escribo, en los poemas que destruyo,
Por lo menos el valor sentimental lo neutraliza.

Hasta que llega la crisis,
Y la misma escritora lo nota,
Manda a la mierda a sus palabras
Las quema, detona los versos.

Pone una media en su boca,
Derrama tinta en sus escritos,
Y cuando ya no cree en si misma,
Sus palabras lo han perdido todo.

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