domingo, 23 de agosto de 2015

Insomnio

"No puedo dormir", siempre nos puede parecer la frase para una balada muy triste en la que el cantante que, por lo general es hombre, no puede dormir porque su chica ya no es su chica o porque pudo haberlo sido y el pues, la cagó. Pero no es una frase de balada triste para mi, al menos hoy no.

Aunque no sea una frase de canción de amor triste es una frase de un punto triste en medio de la noche en el que ya estoy harta de pensar en todas las veces que he contado las estrellas en mi cuarto que tengo desde los seis años. También estoy cansada de estar cansada sin poder descansar y de lo poco que me lo permito porque estuve calculando las horas y sigo calculando las horas que podré dormir. No olvidemos esa hora, quizá hora y media, durante la cual repaso todos mis errores, fracasos, peleas, malas decisiones, malas expresiones, malos poemas, o buenos poemas que destruí. Y a pesar de que repaso las " cagadas" me olvido de las cosas que aprendí. Es que eso si el insomnio no me lo recuerda.

Y no puedo dormir, porque me desperté muy tarde por la simple razón de que tampoco podía dormir ayer! Que tan cruel puede ser el insomnio que hasta me cambia los horarios. Si, culpo al insomnio para no mencionar que es mi culpa porque me encanta 9gag o la curiosa curiosidad me llega antes de dormir y de repente necesito buscar algo en google. Y ni se diga la inspiración, que cosa más inoportuna, si no es antes de dormir es mientras estoy escuchando un brindis en algún matrimonio o justo cuando no hay donde escribir y lo peor, cuando escucho canciones que odio, hasta para inspirarse hay que tener suerte.

Sin embargo, se llega al punto en el que el "no puedo dormir" se transforma en párpados pesados tipo 4 de la mañana, cuando por fin se que estoy más cómoda que nunca en mi cama, y me empiezan a pesar los párpados y empiezo a decirme a mi misma "creo que ya tengo sueño" y alcanzo a terminar la frase sólo porque dentro de mi cabeza si logro terminar las cosas (bueno, casi todas) y de repente algún mosco en mi habitación, el cual también estuve intentando matar y obviamente no lo había logrado, empieza a escuchar mis ronquidos. ¡Ja! ¿Quién hace los ruidos molestos ahora? Para despertar una vez más muy tarde y con las inoportunas ganas de ir al baño cuando recién he abierto los ojos. Pero ese es otro tema.

Pensándolo bien, esto fue tan morelio que si parece frase de balada triste en la que la cantante se queja de todo lo que le pasa porque no puede dormir. Sólo que si la canto yo, no tendría  éxito.