domingo, 24 de agosto de 2014

La tranquilidad de la mentira

No justifico la mentira, justifico a quien miente. Podemos dejar de ser objetivos por un momento para analizar situaciones así como analizamos casos antes de dictar sentencias, sin embargo no todos somos jueces, no todos tenemos jurisdicción en la vida de las otras personas, y agradezco que sea así  pues cuantas personas me habrían ya dictado una sentencia de muerte de tener influencia significativa al ser yo penalizada por mis crímenes.

Mi problema, que puede ser o no un problema, es que juzgo muy poco a quienes me juzgan demasiado, es que no juzgo para nada a quienes me lastiman teniendo que hacer una denuncia y mis heridas puedan ser la evidencia para penalizar a mis agresores. Violencia psicológica por supuesto, la voluntad de una persona no requiere huesos rotos para estar totalmente quebrada. Mi problema es que me acostumbro a las cicatrices porque disfruto arrancar costras secas de mi piel por el simple hecho de que me estorban, expresándome literalmente. Por eso tengo tantas marcas en mis piernas de las que me avergüenzo cuando uso vestido o falda sin llevar medias.

Entre decir una mentira o una verdad, prefiero la mentira. Soy una oveja mas en esta multitud, soy un individuo mas en la sociedad a quien destacar no le interesa porque, quien mas oveja que la oveja que intenta destacar para que la sociedad vea lo que ha hecho con esta, y prefiero la mentira, esa mascara que me permite decir una verdad a medias, porque no significa que la historia sea falsa si una parte de ella lo es, o viceversa, por eso nos inventamos las leyendas. Mas solo resultan leyendas cuando son contadas por un gran numero de personas en determinada área.

Aun así prefiero la mentira. Cuantas cosas en mi vida se han desestabilizado por hablar con verdades. Me habría evitado unos cuantos golpes e insultos, unas cuantas miradas inquisidoras y unos cuantos silencios incómodos después de decirlo todo, todo lo cierto. No valen la pena si me lo preguntan, y no se preocupen que me lo he preguntado yo misma. Si una sociedad puede formar un millón de personas a base de una mentira general, se va creando la verdad y la realidad de un pueblo. Siendo así, no debería resultar absurdo y complicado el hecho de que una persona pueda vivir mintiéndose a si misma y a los demás marcando un patrón de verdad.

No quiero que esas sonrisas de satisfacción cambien de lugar. Desde pequeña me golpean por decir mentiras, pero no puedo decir nada mas si cuando la verdad es una conmoción para todo el mundo sabiendo que una mentira haría que me dejen en paz por un minuto. Uno sabe lo valioso que se vuelve un minuto cuando tiene segundos para salir de una casa que se va cayendo, cuando sabe que la vida de una persona esta en sus manos en estado critico, solo ahí entendemos cuan importante se vuelve un minuto.

El minuto en que me dejen sola y en paz sera aquel en el que todos se hayan creído totalmente mis mentiras o ese en que aprendan a tolerar mi verdad, así como yo tolero las suyas, sin embargo la tolerancia es un mito extraño, mas bien una leyenda, la tolerancia de algunas personas es falsa, y en otras sincera; como un tono de gris en toda una escala, aunque nunca pueda llegar a ser blanco o negro. Y mi tolerancia es la verdad mas grande que puedo ofrecer a los demás, y quizás también la única verdad que ofrezca. 

Pues bien, tengo que decir en este punto que no soy mitomana, estoy diciendo la verdad, y espero no ser confinada por ello. Todos los grandes han sufrido por su arte y por su verdad, luchando por sus ideales, no los culpo, esta muy bien, pero si yo tengo que callar cuando alguien me pide una respuesta y estoy consiente de que la verdad sera nefasta, seguiré mintiendo, ya que en el momento en que me calle y aun asi esperen mi respuesta, no se que mas esperarían de una persona que es presionada por respuestas que deben hacer a los demás felices solo por ser esta persona. 

Probablemente no tengo conciencia o la tengo muy sucia. Soy como los cerdos realmente, puedo vivir con un cuarto y mente desordenados, pero debo vivir a mi manera. Si tuviera conciencia, definitivamente no sonreiría por las mananas.

martes, 12 de agosto de 2014

El Muerto Malo

Se dice que fue odiado desde el momento de su concepción,
Que fue producto de una violación,
Por donde pasaba nacía la tristeza, el dolor y el cansancio,
Pero se las arreglo para vivir feliz pese a su olor a queso rancio,
Lo cual asustaba mas que verlo enojado,
Pues su sonrisa sin dientes era extraña para un chico de 14 años.

Un digno hijo de su padre practicando el oficio,
Secuestrando chicas vírgenes para darles un mal inicio,
Quienes se suicidaban o se volvían locas e intentaban matarlo,
Como consecuencia él las asesinaba y las tenía en su armario.

Un hijo abandonado por su madre sin piedad,
El que para sobrevivir mataba lobos del bosque para poder cenar,
Pues se esparció rápido aquel rumor de aquella joven
Para que no le roben lo que le quedaba de inocencia
Acababa consigo misma dejando un bebe a propia suerte,
Aunque sin suerte ni nombre, hoy por fin, sin vida también.

Pronunciamos estas palabras en su honor,
Para que consiga descanso y no nos cause mas pavor,
Ni siquiera hoy puede aliviar su muerte,
Porque siempre fue como un poseído ser inerte.
A quien toda su vida hemos odiado y temido,
Esperamos que en el infierno sea bien recibido,
Rogando que Lucifer tampoco le dé la espalda,
Pagando diezmos para que no se encuentren con el nuestras almas.

Muchos anios de tormento por parte del que no quisimos matar,
Que hasta por ello un sitio a su lado nos podríamos ganar,
Y esperando a que fuera viejo siguió el martirio del pueblo,
El pueblo que por primera vez el alivio lo vistió de duelo...


martes, 5 de agosto de 2014

Vivir de ideas

En cuanto a mi trabajo, escribir es algo que no hace mucha falta, pero saber expresarse tanto escrita como oralmente nunca es algo que se verá mal en una persona que se diga preparada para lo que hace  que se diga al menos educada.

No paso por aquí para hablar de lo que hago, bueno, a veces si, pero hoy no. Hoy paso por aquí para hablar de lo que no hago, de algo que no me interesa llegar a hacer y sin buscarlo es algo que intenta buscarme a mi. La paz. Me pregunto si todos buscamos la paz o si la paz nos está buscando a todos.

Personalmente, creo que la paz no puede ser un estado permanente en la sociedad, creo que todos lo sabemos, sin embargo, yo ni siquiera busco ese estado de paz. Como buena persona con conocimiento de mi propio desorden, qué puedo decir de la paz? Que es el orden del desorden, una contra parte de la parte, la parte es la guerra, tal vez para los optimistas la parte es la paz y la contra parte es la guerra, mas yo califico a la guerra como una parte porque es lo mas constante en nuestra vida. Cada quien tiene su propia batalla.

Quisiera encontrar un significado que no sea tan subjetivo en cuanto a lo que ser pacífico signifique para rechazar la idea con mas fuerza, o quien sabe, termine acogiéndola. Simplemente puedo decir que no creo a los religiosos que me mandan a realizar el trámite de convertirme a su doctrina para encontrar la paz, no me fío de aquellas personas que esperan que las ideologías se supriman para que pueda llegar la paz a la humanidad, sí claro, pero si su ideología es la que se suprime son las primeras en iniciar una guerra más.

Puedo estar confiando en el concepto práctico de un hombre que es parte de lo que se conoce como Lumpen Proletariado, acaso nos afecta lo que ellos hacen? A ellos ni siquiera se los toma en cuenta en el momento de realizar integraciones  de la población. Por que no nos hacen daño no nos interesa lo que hagan, pese a que pensemos que son ratas que contaminan nuestras calles, son ellos quienes las habitan y el hecho de que nosotros podamos ser ratas moldeadas por una sociedad puede incluso ser una molestia para ellos, y viven en paz, como lo sé? Porque no necesitan de una propiedad por la cual se han endeudado muchas personas para esconderse de los "males de la calle", pues ellos son tan libres y tranquilos que la transitan tanto a las 3 de la tarde como a las tres de la mañana. Si eso no es vivir en paz, no sé qué puede serlo.

Hay algo que realmente me molesta de la gente que se hace llamar pacifista y me dice a mi, que me quiero llamar escritora, que no puedo vivir de una idea. Yo no soy una persona escéptica, mas no veo la paz materializada en ningún lado,  probablemente soy adicta a los problemas porque vivo sumergida en ellos, no sé, pero si mis ideas no me harán vivir a mí, su idea de paz no los deja vivir a ustedes porque los inquieta el hecho de que no se acepte. Yo no pido que mis ideas cambien al mundo, solo que sean conocidas, y esperaría que antes de cambiar al mundo con una idea de paz que es sintética, primero la conozcamos bien, todos y cada uno de los que intentemos conseguirla o huir de ella, para eso hay que tener este concepto frente a nosotros.

No quiero un concepto basado en valores, no quiero una definición basada en el positivismo de la vida ni en la práctica de la religión. Quiero entender la paz desde el ángulo menos subjetivo posible, lo que significa que no la quiero desde ningún ángulo, la quiero pura y objetiva. Si algún intelectual la explica de esa manera, tendrá la solución de la humanidad y si puede vivir de esa idea, no como Gandhi, sino que esa idea le dé la vida de un político y sin ganar un Premio hipócrita por ello, estoy segura de que yo buscaré acoger la paz también.